La película parece estar ambientada en la Yugoslavia de finales de los años 80, cuando una familia da la bienvenida a su querido tío, que regresa a casa desde Alemania para pasar las vacaciones. La familia reunida disfruta del almuerzo navideño hasta que empieza a sonar un smartphone. Es una señal de que no estamos en la década de los 80, tampoco es época navideña, y el pavo servido en la mesa no es lo único que se puede cortar con un cuchillo: la tensión también.
Tras trabajar juntos en el mediometraje televisivo de terror Zagorski specijalitet (2012), repiten como pareja creativa en Stric, una película premiada en el festival de Karlovy Vary.