Vera, una adolescente que no puede controlar su sed de sangre, vive sumida en la depresión. Con la ayuda de Cruz, su padre, intenta calmar sus instintos letales. Esta película retrata la fragilidad del vínculo emocional entre un padre que lidia con una hija que no quiere vivir y tiene miedo de atacar a su madre y al chico que le gusta.
Julio Hernández Cordón estudió comunicación educativa y luego cine, pero se considera autodidacta, trabajó en dos tiendas de discos, en la sección de cultura de dos periódicos, organizó fiestas clandestinas durante tres años, editó un fanzine. Ha impartido talleres de guión y dirección por toda Centroamérica, dirigió, programó y produjo dos programas de cine contemporáneo en Guatemala, ha escrito, dirigido y producido nueve películas. Ha ganado premios en festivales. Tiene un equipo de béisbol llamado “Los Beispistols”, colecciona bicicletas, por las mañanas sale con su bicicleta y se pierde por la ciudad, hace diez años que no tiene coche y su vida ha mejorado. Espía y entrevista a las personas que conoce. Es padre.